viernes, 26 de abril de 2013

No tengo nada

No tengo nada material
con lo que rellenar tus huecos
y ataviarme a tus recuerdos.

No te escribí cartas
ni te regalé libros.
No te prometí la luna
ni que serías el único.

Sólo te regalé momentos en el espacio y tiempo.
Conversaciones, cervezas,
y algunos besos dispersos.

Tampoco de ti recibí nada,
salvo tu preciado tiempo y momentos
compartidos en tu cama.

Sabía que no era la única,
sabíamos que no éramos los únicos
ni los últimos a quienes abriríamos nuestra alma.
Ignoraré esa parte de los amantes felices que se casan.

Me quedo con tu cama, tus besos y tu mirada
en los momentos que fugazmente nos encontramos y nos entregamos,
aunque no ocupes a veces ni una mísera parte de mi semana.

Sé que estás ahí, cuando de vernos, tenemos ganas,
provocando encuentros que quizás acaben mañana,
rellenando atisbos de cariño, el fuego que no se apaga.


No hay comentarios:

Publicar un comentario