lunes, 27 de agosto de 2012

Cómo decir adiós sino sabes cómo

Decir adiós, un dardo al corazón, y una dosis de hundimiento. Deseos obligados a esconderse tras las esquinas tras no topar con el objeto deseado. Ganas que se aplastan tras la ignorancia. Sueños que se pudren tras su consecuente irrealización. Miradas inexistentes. Vasos vacíos de alcohol que piden a gritos rellenarse para llenar el corazón. Palabras que nunca se dijeron. Citas que nunca ocurrieron. Amor que nunca existió. Te quiero, pero lejos. Tras dar en la diana, desapareció.

martes, 21 de agosto de 2012

Sexo cualquiera

Pieles que chocan y sienten rezumando amor. Palabras cortas y suficientes intercalas entre gemidos exhalando toda la energía de forma liberada. Miradas perdidas entre los ojos, pues no miran a ningún lugar. Pelea espiritual de cuerpos desnudos que se transforman pidiendo encuentros. cuerpos armoniosos que se tambalean en el colchón explosionando en el último suspiro.

jueves, 16 de agosto de 2012

Luces

Hoy dile a las luces de la ciudad que no se enciendan, quiero que brinde la oscuridad por todos los rincones, para ver si así se encienden las almas y nos iluminen, para ver si así cada uno tiene la oportunidad de estar consigo a solas un instante y pensar. Pensar el por que del ser humano, pensar en nuestra existencia y en nuestra realidad. En el tiempo que hemos perdido, y en el tiempo que vivimos meramente desperdiciando cada oportunidad. La mayoría no vive, se limita a seguir un curso rutinario impuesto desde arriba con una vida tradicional, aparentando y creyéndose que ahí es donde esta la felicidad. Si realmente ahí se encontrara la felicidad no existirían tantos divorcios, tantas infidelidades, tantas depresiones y ansiedades que están aumentando cada año en numero. El ser humano esta llegando al limite de sus posibilidades por querer llevar una vida que realmente no le corresponde. Dejemos de hacerle caso a la racionalidad, que no tiene mas que multitud de brotes de moralidad impuesta por la sociedad, impidiéndonos ser como realmente tenemos que ser. Invito a que le hagas caso el corazón sin pensar en el que dirán. Invito a que apagues la ciudad, apaga tus luces externas, y déjate guiar por la luz que existe dentro de ti, y brilla.

martes, 14 de agosto de 2012

Destinos trifulcados

Hoy invito a evadirme de la realidad, a tirar el tiempo. A conjuntar todos esos pensamientos desperdigados que se posan sobre mi cerebro e intentar atraparlos para ordenarlos. Que difícil es conseguir un orden entre ellos. Son tan dispares... Pero que digo, en mi cabeza solo atisbos de caos danzando continuamente, la cordura esta muy lejana de mi ser. Hoy quiero hablar de los logros, de los logros que conseguimos a lo largo de nuestra vida en base a nuestro esfuerzo. De esas pequeñas cosas por las que luchamos y que nos enriquecemos en el camino para conseguirlas, y cuando lo logramos, ahí están, proporcionándonos una mueca de felicidad y recordando todo el camino por el que hemos navegado hasta llegar al final. Esos esfuerzos son los que nos proporcionan un reconocimiento, un lugar en el mundo. Pero esfuerzos que pocos realizan, debido al gran coste que suponen. Pero claro esta que el mejor guitarrista o tenista del mundo no llegaron ahí en pocos meses y con poco esfuerzo. Ahí ya dependen las ganas que tu tengas de luchar por algo y salir adelante, o descartar tantos esfuerzos por no saber si lograras algún resultado al final. Luego están, los que a mi parecer son mas interesantes y atractivos y son los sucesos, eventos, cosas (no se como llarmarlos) con los que alguna vez nos hemos ilusionado, soñado, o querido vivir, pero si que lo hemos visto tan lejanos y tan idealizados que pensamos que nunca pasarían, y de repente, suceden, sin hacer un minúsculo esfuerzo por ellos, por pensar que nunca lo lograríamos, y de repente, pasan, sin comerlo ni beberlo, costandonos asimilar lo ocurrido. Y esas cosas son las que me apasionan de la vida, porque nunca sabes que puede ocurrirte, y porque a la vez, todo se puede conseguir

miércoles, 1 de agosto de 2012

Me inventé mil maneras de perder la cabeza

No me gusta que me digas: nos veremos pronto, porque solo consigue ilusionarme un par de segundos, el tiempo que me hace falta para concienciarme de que no es así, nunca es así. Me gusta verte cuando menos me lo espero, para así ambos olvidar en un momento todas las disputas para en un abrazo reconciliarnos, aunque sea momentáneo. La independencia a grandes dosis es tan mala como la opresión. Y llego a echarte de menos tanto que empiezo a separarte de mi vida y empezar a crecer poco a poco sin ti. Piérdete, desaparece, y vuelve a darme uno de esos besos que en instante corta el tiempo, los pensamientos y las desganas. Haces que tu deseo acreciente el mío en medio segundo, lo bastante como para volver a la realidad y ver que no puede ser. Qué estamos haciendo, sino alargando el proceso que sabemos que ya está terminado. El amor se solidificó guardando rastros en la memoria y perdiendo las ganas de querer otra vez. Solo queda la atracción y deseo que te atrapan cuerpo por cuerpo sin dejar de respirar.