sábado, 29 de enero de 2011

Gafas de otra pasta

Elisa miraba con recodeo a toda la gente que paseaba a su alrededor. No comprendía muy bien porque aquel ambiente era tan frío, tan inhóspito, tan inhumano.

Desde un décimo piso, observaba a las personas ambulando como si de pequeñas motas se tratara.

Un niño pequeño jugaba a la pelota con su padre, emocionado cada vez que le marcaba, aunque su propio el padre provocaba que éste siempre saliera ganando ( inevitablemente el ser humano se enternece y busca constantemente la sonrisa en un niño).

Al otro lado del parque, una pareja discutía, tal vez fuese por celos, tal vez porque la rutina les ha llevado a mal puerto..

Un joven pasa con su maleta y los cascos, probablemente volviendo de la universidad.

En la otra esquina, una pareja de ancianos, andan juntos, agarrados de los brazos y se les ve muy felices, como si los años no les pesaran.


He vivido demasiado tiempo al margen de la realidad, voy recuperando la movilidad de mis piernas y brazos, gracias a la ayuda de las personas que me rodean, aún no he perdido las ganas de luchar, horas y horas a mi lado estimulándole a realizar cosas constantemente, sin tener siquiera un hueco para respirar.

Han pasado muchos años ya en los que mi cuerpo ha estado refugiado a causa de mi enfermedad. Al volver a la realidad lo veo todo tan diferente..cada detalle, cada minúsculo y preciado componente de este mundo es digno de merecer la atención que le presto a todas y a cada una de las cosas. Ahora sé valorar realmente la vida; un simple beso, unas simples palabras de ánimo, unas simples vistas lejanas desde mi ventana al mundo exterior, como cada uno de los últimos días que he pasado, en los que ya puedo mantenerme en pie aunque precise de cierta ayuda.

Tengo 25 años, y creo que es la primera vez que observo el mundo, estoy sorprendida de la cantidad de cosas maravillosas que se pueden realizar a través de este cristal: el río cristalino meciéndose a través de sus olas refleja los rayos del sol, obteniendo un paisaje intenso, el colorido de las pintadas en las paredes, la hierba tan verde..

Los demás se quedan sorprendidos al verme apreciar cosas que ellos minusvaloran porque han vivido con eso toda su vida, y nunca se han planteado el valor de las cosas que los rodea, nunca se han planteado verdaderamente como vivirían en otro sitio, ni de otra forma.

A parte de fijarme en los pequeños detalles he aprendido a valorar la felicidad. Ésta, como he observado en otros seres humanos, no aparece mágicamente ante tus ojos, de nada vale refunfuñar ni hablar de los tristes que son sus vidas, porque realmente desde mi punto de vista son cosas inapreciables, que no tienen ningún valor comparado con la importancia que se les suele dar. Está claro que la felicidad no te busca, tú tienes que ir en su búsqueda, y me equivocaré pero así aprenderé lo que debo y no debo hacer.

También he descubierto que el ser humano es siempre más feliz cuando se le muestra algo de cariño diariamente y comprensión; cual ha sido mi sorpresa al ver que mucha gente no hace nada por lograrlo, y cuanto nos cuesta pedir lo que queremos de otras personas en el ámbito afectivo, cuando a veces lo gritamos interiormente.

He descubierto que, en definitiva, el hombre se empeña en ser infeliz, a pesar de tener muchas otras razones que le conducen a la felicidad.

Me da miedo, el simple hecho de pensar, que yo, en tampoco tiempo y observando los simples detalles que se muestran ante mí, haya sido consciente de muchas más cosas de las que el ser humano lo es de forma inconsciente.

He aprendido a vivir antes de hacerlo, y creo que muchas personas deberían de fijarse mucho más en su alrededor para no morir sin haber aprendido a vivir antes.

sábado, 22 de enero de 2011

Miércoles 19 enero

Tu muerte.

Dolor inesperado.
Te vas por tu propia voluntad, sin un adiós ni una despedida, sabiendo que ibas a dejar un profundo dolor entre nosotros. Tú lo quisiste así, todos respetamos tu decisión, pero no la compartimos, puesto que no encontramos explicación alguna para entender el por qué de tus actos.

Si pensabas que ibas a ser infeliz eternamente, mejor así, espero que tengas ahora tu momento de gloria eterno, y que los sentimientos amargos que aguardabas se hayan desvanecido donde quiera que estés.


Que descanses en paz.

Tu familia te quiere

sábado, 15 de enero de 2011

Cadena de favores

"Creo que a algunos les da miedo... pensar que las cosas pueden ser distintas.
El mundo no es exactamente... una mierda.
Alguna gente está acostumbrada a las cosas como están... y aunque estén mal, no pueden cambiar.
Y digamos que se rinden...
Y cuando se rinden, todos pierden. "


Estoy satisfecha con la etapa de mi vida que he vivido desde hace meses hacia acá, ahora me entra el sentimiento de culpa y de miedo, al no afrontar mi prioritaria repsonsabilidad de estudiar durante este tiempo.

Pero, creo, que en la vida, muchas veces solo tenemos una oportunidad para que ocurran cosas, y he tenido muchas oportunidades en este tiempo, y no he querido desperdiciar ningún momento porque creo que todos valían la pena, y de hecho, para mí, todos han valido realmente la pena.

Todo ha cambiado tanto en tan poco tiempo..

Nunca sabemos si realmente nuestras actuaciones son las correctas o no, porque las consecuencias de nuestros actos a veces no sabemos como van a ser, pero a veces, hay que arriesgarse.

martes, 11 de enero de 2011

¡PELIGRO¡

Hormonas del corazón se reblandecen..