martes, 21 de octubre de 2014

Como si fuera la última vez

Cuando viajas a un sitio es cuando te fijas en los pequeños detalles.es cuando cualquier farola tiene su propia belleza, cualquier esquina recóndita tiene nuevas cosas que mostrarte, cualquier persona atípica  es capaz de captar tu atención, y cualquier segundo que pasa lo inviertes en abrir tu mente y tratas de captar cualquier cosa. Porque es la primera vez que lo ves y no sabes si tendrás oportunidad de verlo más, y desearías que cada momento fuera eterno.

Y eso pasa también con las personas que te gustan cuando las ves por primera vez  y que no sabes si tendrás oportunidad de verlas más. Es entonces cuando te abres y la pasión que cre;ias que no había dentro de ti, florece, tratando de disfrutar cada segundo con él,ella, tratando de que cada momento se eternice.

Y te da igual si cogerle la mano significa algo, si darle un beso o abrazo en medio de la calle, pueda implicar algo.
Simplemente lo haces, porque solo quedan en ti  impulsos por sobrevivir y disfrutar completamente ese momento, que no sabes si manana va a estar ahí.

Y es entonces cuando no paráis de investigaros, de regalaros diálogo junto a caricias que contienen todo el amor, porque deseas entregarlo de esa forma en esa ocasión.

Y es cuando un día se convierte en una semana de provecho.
En amores no derrochados y en caricias invertidas todo el tiempo.
Donde no hay lugar a discusión y la pasión pasa a ser el halo que os recubre en esa instancia, ese día concreto.
Como si fuera un lugar nuevo por descubrir, que ves por primera vez, pero que no sabes cuando se va a volver a repetir.

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