viernes, 21 de septiembre de 2012

Remember

Partamos de la base de que la vida es subjetiva en la medida en que está formada por nuestros recuerdos. Aún así, cada uno se queda con la parte del recuerdo que emocionalmente le es más significativa. Puedes acordarte de la parte triste de éste, o por contra, aquello que te hace feliz. Pues bien, este conjunto de recuerdos elegidos por nuestra mente conforma nuestro pasado. Éstos somos nosotros, recuerdos, que a su vez tienen la influencia proveniente de nuestros genes y ambiente (ambiente referido al contexto que nos rodea). Hemos heredado genes, ADN, formas diferentes de afrontamiento hacia los problemas de diversa índole. Y por otro lado, el lugar donde hayamos crecido y nos han enseñado a dar más importancia a algunos aspectos concretos de la vida y no a otros. Pues esas vivencias que están aprendidas y elegidas, forman parte indisoluble de cada ser humano, y nos hace ser únicos. Puedes cambiar tu pasado cambiando la forma que tengas de elaborar recuerdos. Si quieres ser más feliz, atrapa aquellos momentos que te hacen felices, y dale más importancia, y guárdalos. Existe una estadística proveniente de los recuerdos, que argumenta, que recibimos y nos ocurren cosas más positivas que negativas, pero las negativas tienen una influencia tres veces superior a las positivas. Depende, claro está, de el modo en que elabores la información y la guardes en tu memoria a largo plazo. Causándote sensaciones positivas o negativas, dependiendo del recuerdo y de tus emociones asociadas a él. Así que, por tanto, para aumentar un poco de bienestar en tu vida, hay que promover emociones positivas hacia los sucesos que nos ocurran, guardándolos con emociones positivas, y así podremos archivar nuestro pasado de forma más satisfactoria y nos hará ser más optimista hacia los nuevos sucesos.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Montaña rusa

Vuelve a sonar otra vez la alarma de peligro por besar sus labios. Vuelven otra vez las ganas de arder dentro de su vientre revolucionándolo. ¡Peligro! Dijo el corazón, que querer está subestimado. Ganas intensas de verlo otra vez pero el miedo vuelve a crecer cuando se han encontrado. Malditos sentimientos, amor y miedo en el mismo momento. Acaba el encuentro, vuelven a brotar las lágrimas y amargos pensamientos. No tiene a nadie que pueda guiarle en este camino perdido donde la incertidumbre gana el partido. El amor nunca estuvo de su lado las cartas eran malas en todos los casos. Los cuerpos desvestidos se dan, no se sabe si el último abrazo. Por un momento ambos se miran, y ella teme ya la esperada despedida. Besos y abrazos no son suficientes pero él decidió dar solo eso y había que darse con un canto en los dientes. Solo dejó fotografías sin color y recuerdos amontonados, se quedarán sin más, ahí, en el pasado.

lunes, 10 de septiembre de 2012

tú no lo sabes

No sabes que es levantarte cada mañana reabriendo heridas que nunca terminan de cicatrizarse, dejando señales a cada paso que dan. No sabes lo que es no tener ninguna motivación para levantarte de la cama, puesto que el día que vendrá será igual a los semejantes ya pasados sin ti. No sabes lo que es no parar de evitar lágrimas que brotan de forma inconsciente rezumando dolor interno buscando un consuelo para el corazón. Pero ya no estás. Y al abrir los ojos cada mañana vuelvo a no encontrarte y a querer verte. A echar de menos todo lo que fuiste en mi vida, y todo lo que fui junto a ti. Pero ya no queda nada de eso, nada. Solo quedan un puñado de fotos en un álbum sin nombre de momentos que compartimos en pequeños periodos de tiempo en el que estuvimos. Ahora me pregunto dónde quedaron tus ganas, dónde quedó el amor dentro de tu delgado cuerpo que hace tiempo que no observo. Pero tú no sabes lo que es eso, porque nunca lo has sentido igual que yo. Nunca ha habido tanto espacio para el amor como el que yo guardo. Nunca retornará el tiempo vivido. Nunca los recuerdos se revivirán, solo en mi mente. Pero tú no lo sabes, porque la única que vive en mi mente, soy yo.