martes, 21 de octubre de 2014

Como si fuera la última vez

Cuando viajas a un sitio es cuando te fijas en los pequeños detalles.es cuando cualquier farola tiene su propia belleza, cualquier esquina recóndita tiene nuevas cosas que mostrarte, cualquier persona atípica  es capaz de captar tu atención, y cualquier segundo que pasa lo inviertes en abrir tu mente y tratas de captar cualquier cosa. Porque es la primera vez que lo ves y no sabes si tendrás oportunidad de verlo más, y desearías que cada momento fuera eterno.

Y eso pasa también con las personas que te gustan cuando las ves por primera vez  y que no sabes si tendrás oportunidad de verlas más. Es entonces cuando te abres y la pasión que cre;ias que no había dentro de ti, florece, tratando de disfrutar cada segundo con él,ella, tratando de que cada momento se eternice.

Y te da igual si cogerle la mano significa algo, si darle un beso o abrazo en medio de la calle, pueda implicar algo.
Simplemente lo haces, porque solo quedan en ti  impulsos por sobrevivir y disfrutar completamente ese momento, que no sabes si manana va a estar ahí.

Y es entonces cuando no paráis de investigaros, de regalaros diálogo junto a caricias que contienen todo el amor, porque deseas entregarlo de esa forma en esa ocasión.

Y es cuando un día se convierte en una semana de provecho.
En amores no derrochados y en caricias invertidas todo el tiempo.
Donde no hay lugar a discusión y la pasión pasa a ser el halo que os recubre en esa instancia, ese día concreto.
Como si fuera un lugar nuevo por descubrir, que ves por primera vez, pero que no sabes cuando se va a volver a repetir.

lunes, 13 de octubre de 2014

Sentir que no sentimientos

Era adicto a los gemidos.
A los roces de las pieles.
Al sentir físico que produce la bomba nuclear de dos cuerpos unidos.

Estaba ahí, visualizando su próxima presa de entre tantas ellas.
No necesitaba mucho, solo un cuerpo bonito, y aquel sitio estaba repleto de ellos.

Sus ojos discriminaban las que no le parecían interesadas en su juego y trataba de aproximarse poco a poco a tener el primer contacto y despertar el interés en ella.

El alcohol se iba acumulando en su cabeza, haciendo que perdiera la verguenza para el acercamiento.

Se arriesgó a la entrada y ella le siguió el juego. Con la música donde les llevara, moviendo el cuerpo a lo que les deparara.

Una canción esperaron para el primer beso, seguido de tocamientos y pasión, provocados en parte por el calentamiento que el alcohol les provocaba.

Dos cubatas más tardaron para que ella aceptara irse a su casa.
Siendo dos desconocidos en medio de un juego que a menudo fomentaban.
Y manana ya no existirían para el otro y esperarían al siguiente sábado para repetir coartada.

Siendo animales de otra raza, siendo no cuerdos dejaban llevarse y sentir, o eso pensaban.

En realidad lo que él ansiaba era sentir algo más, pero por ahora solo había eso, y buscaba en cada cuerpo lo que ELLA le hizo sentir, pero nunca lo encontraba.

Así que salía en busca de ello cada semana, esperando encontrarlo en algún momento, pero solo alcanzaba sexo sin fundamento.
As;i que esperaría ansioso la llegada de otro sábado, esperando encontrarla, pero mientras seguía siendo adicto a los gemidos, y a las caricias que le provocaban las desconocidas en su cama como forma de matar el tiempo.