martes, 14 de agosto de 2012

Destinos trifulcados

Hoy invito a evadirme de la realidad, a tirar el tiempo. A conjuntar todos esos pensamientos desperdigados que se posan sobre mi cerebro e intentar atraparlos para ordenarlos. Que difícil es conseguir un orden entre ellos. Son tan dispares... Pero que digo, en mi cabeza solo atisbos de caos danzando continuamente, la cordura esta muy lejana de mi ser. Hoy quiero hablar de los logros, de los logros que conseguimos a lo largo de nuestra vida en base a nuestro esfuerzo. De esas pequeñas cosas por las que luchamos y que nos enriquecemos en el camino para conseguirlas, y cuando lo logramos, ahí están, proporcionándonos una mueca de felicidad y recordando todo el camino por el que hemos navegado hasta llegar al final. Esos esfuerzos son los que nos proporcionan un reconocimiento, un lugar en el mundo. Pero esfuerzos que pocos realizan, debido al gran coste que suponen. Pero claro esta que el mejor guitarrista o tenista del mundo no llegaron ahí en pocos meses y con poco esfuerzo. Ahí ya dependen las ganas que tu tengas de luchar por algo y salir adelante, o descartar tantos esfuerzos por no saber si lograras algún resultado al final. Luego están, los que a mi parecer son mas interesantes y atractivos y son los sucesos, eventos, cosas (no se como llarmarlos) con los que alguna vez nos hemos ilusionado, soñado, o querido vivir, pero si que lo hemos visto tan lejanos y tan idealizados que pensamos que nunca pasarían, y de repente, suceden, sin hacer un minúsculo esfuerzo por ellos, por pensar que nunca lo lograríamos, y de repente, pasan, sin comerlo ni beberlo, costandonos asimilar lo ocurrido. Y esas cosas son las que me apasionan de la vida, porque nunca sabes que puede ocurrirte, y porque a la vez, todo se puede conseguir

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