domingo, 15 de septiembre de 2013

Te lo dije tantas veces

Te dije que me dejaras en paz.
Que me olvidaras.
Que ya asumí que lo tuyo no iba en desperdiciar algo de tu tiempo por verme, por quererme o por hablarme.

Te dije que quería verte,
hablarte, verte, consumirte,
y enaltecías mis palabras como si desearas que nos reencontrásemos.

Me decías tanto, y a la vez nada.
Dejando escapar las oportunidades a cada paso.
Ya perdí la cuenta de los abrazos no dados,
de los "quiero verte" no consumados,
de las ganas que me robabas para tirarlas al rastro.

Tus "Nunca puedo" que pesaban en mi cabeza como hachas,
mis proposiciones que eran siempre rechazadas.
Mis ganas de besarte, verte y hablarte
eran reducidas en nada cuando me evitabas.

A mí solo me sirve el sentir cuando se aprecia,
cuando se intenta disfrutar,
cuando se quiere de verdad,
cuando la realidad así lo demuestra.

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