No recogiste todas las cosas de mi casa
como dijiste.
Has olvidado demasiadas cosas.
Al acostarme, el colchón tenía
impregnado tu aroma.-no te lo has llevado.
Masturbarme era solo la forma de pensar
en cuando lo hacíamos juntos.
He ido a lavarme los dientes y ahí
estaba tu cepillo.-no te lo has llevado, y mirando en el espejo, tu
recuerdo salió agarrándome por la cintura, como si estuvieras ahí de nuevo esa mañana conmigo.
He ido a tirar la basura y estaba allí
tu botellín de cerveza, impregnado de tus labios y las cenizas de
tus cigarros que se consumieron como nosotros.
He ido a comer y había notas de cariño
tuyas en el frigorífico.
Y tu fantasma aparecía una y otra vez
por mi casa recordándome hechos.
Fue tan corto y se nos hizo largo, qué
no hicimos bien?.
Queremos vivirlo todo tan deprisa que
no nos da tiempo.
Y a esto que tiro al suelo tu cepillo,
mis sábanas, y todas las cosas que me recuerdan a ti, y me agarro
del pelo, por si así pudiera sacarte de mi cabeza, pero no lo
consigo. Llorando abatida en el suelo me pregunto que por qué nos
perdimos, y espero que vuelvas hoy otra vez, con tus cosas, que te
prometo que te haré de nuevo sitio.
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