miércoles, 23 de septiembre de 2015

Hoy salí sin buscarte

Hoy salí sin buscarte y todo fue bien.
Fue bien la bebida; ni insistí ya en llamarte, ni una vez.
Ya no me comías de amargura y el sentimiento de amor se fue a otra parte.
Ni yo me lo creía.
Con tu novia te veía y ni el dolor me recomía ya.
Qué contenta estaba entonces con mi vida, sin perder el tiempo de pensarte, ni de imaginarme de nuevo que podríamos empezar una vida juntos.
Llegué a casa, y entonces, fuiste tú quién viniste a buscarme.
Un mensaje en el teléfono delataba tus ganas.
Y ahora que prestarte caso no estaba en mis planes,
ahora que interrumpías mi monotonía y la estabilidad de mis días que tanto me ha costado.
Ahora que me dejas con esta tesitura a la espalda sin evitar preguntarme por qué la vida no nos da lo que necesitamos en el momento oportuno.
Y sigo sin querer que te vayas pero ya te fuiste un día alejándome de ti.
Hiciste que no creyese que un día te enamoraste de mí.
Pero de nada sirvió que cavilara, de nada sirvió que el peso del pasado quisiera evitarme el acercamiento a ti.
-¿Te vienes a mi casa?
-Vale.- respondí como una idiota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario