lunes, 28 de octubre de 2013

Mañana será otro día

Me relamo los labios con suavidad
para rebañar el último sabor,
que no sabe a otra cosa que a cerveza.

Pero no relamo solo el líquido
de algún mililitro que haya quedado posado en mi boca
y esté sin beber.

Relamo los momentos que pasé bebiendo los litros
en compañía. Tu compañía.
Relamo conversaciones intensas, profundas y extensas
en las que nos desnudábamos de conciencia.

Vestidos pero indefensos,
dejábamos a la vista todas aquellas debilidades
que nunca creíamos que íbamos a mostrar.

Confundiendo aquella confesión de recuerdos
con el acercamiento íntimo
de dos corazones que inválidos se acercan,
creyendo que van a volver a amar.

Descubriendo que el alma de los corazones,
es diferente a la de la los recuerdos vulnerables,
que las horas en el parque
sirven para despejarte y cogerte un amor diferente.

Pero deja la botella vacía en el suelo
mientras ayudamos a relamernos los últimos mililitros del líquido ya caliente,
mientras nos creemos que nos amamos por un momento,

mientras el amor solo sea algo efímero que carecerá mañana de otros sentimientos.

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