Y prometo que lo he intentado, pero todo me supera.
Segundo duelo gordo del año.
Ya no sé que lugar dejarle a la angustia para que habite dentro de mi.
Flaqueo y no queda nada de apetito pero intento obligarme a comer algo.
Este lugar es tan frío que puede cortarse el ambiente con cualquier cuchillo.
Silencios acumulados tras unas robustas paredes que desean gritar en llanto y desolación.
La miro,está seria, dentro de sus profundos ojos veo una inmensa tristeza que no se cuánto podrá abarcar.
Cada vez que la miro me pregunto si habrá llorado a escondidas una vez más.
Parece que huelo el despojo de dolor cuando se queda sola.
Lo miro. Serio, distante y un poco frío, como siempre han sido ambos.Pero noto también que quiere acercarse a su manera. Nos hacemos un par de preguntas y todo bien. Aunque ambos sabemos que no todo va bien. Todo va mal.
Rabia e impotencia se estancan en mi mandíbula, impidiéndome ser feliz.
A él lo quiero, pero tanta presión me desquicia, y pierdo el control de mí.
Me es a la vez todo tan indiferente y me importa tanto a la vez...
Estoy deseando que todo esto acabe pronto..pero parece un proceso tan lento, que me temo que tendremos que esperar...
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